3 meses después..
.Isa.Instituto. Rutina que me aburre completamente. Pero dresgraciadamente así es. El verano acabó, y eso conlleva a un nuevo curso. Aunque todavía me cueste trabajo seguir las clases, ya que son en Italiano, algo es algo. Durante el verano di clases intensivas de Italiano, y ahora lo domino bastante bien. Esta ciudad es preciosa. No es muy conocida, pero es muy bonita, aunque es muy distinta a mi verdadero hogar... Aún recuerdo cuando mi padre llegó a mi casa a recogerme... había tanta tensión...
- Hola, Isa. Cuánto has crecido... - dijo mi padre, mirándome de arriba a abajo.
- Hola, papá. Sí... he crecido. - dije para no quedar mal, aunque en realidad lo que deseaba decir era: Si te hubieras dignado a verme en estos años, puede que no te pareciera que he crecido tanto.
- Bueno, ¿vamos? Va a salir el avión.
- Vale, vamos.
Le dirigí una última mirada a mi hogar, y salí de allí...
Iba demasiado confusa, todo era demasiado raro. Me iba de España, mi país, mi hogar... Recuerdo que salí con lágrimas en los ojos, aunque ahora mismo, creo que estoy más feliz que en España. Al final, con Álvaro y Javi, no pasó nada...
- Bueno. - me levanto. - Estaréis contentos los dos. - dije en tono irónico. - Porque, aunque Álvaro lo haya contado, no arregla nada. Mañana me voy a Italia y, probablemente, no os vuelva a ver. - y dicho esto, subí a mi habitación y cerré la puerta.
Me encerré en mi habitación, y me tumbé en mi cama pensativa, con los sentimientos a flor de piel y con las lágrimas saltadas, aguantadas en mis ojos... No quería llorar. No, no por esto. ¿Por qué siempre me hago daño con lo mismo?
No sé cuánto tiempo pasó, pero escuché la puerta de mi casa abrirse y cerrarse. Uff, menos mal, parece que ya se han ido, así que bajaré a beber un poco de agua. Bajé, y vi que todavía estaba allí Álvaro. Él se levantó y empezo a caminar hacia mí. Iba a hablar, pero cuando fue a abrir la boca, le corté.
- No, Álvaro, no digas nada, creo que ya está todo bien claro.
- No, Isa. No está nada claro. Quiero explicarme...
- ¿¡Qué vas a explicar!? ¿¡Que me mentiste!?
- Te mentí para que no te hiciera daño...
- Pues, tal vez, si me lo hubieras contado, hubiera sido mejor, ¿no? Vale, sí, solo he estado sin ti un día, pero, ¿sabes cómo he pasado ese día? Y además, si no me tuviera que ir, esto seguiría igual, sin ti... No, Álvaro, no tiene explicación.
- Pero, Isa, él dijo que te haría daño, no podía dejar que te hiciera nada. Lo hice por tu bien...
- Sí, por mi bien, pero el daño está hecho...
No me había dado cuenta de que conforme él hablaba, se acercaba a mi, hasta que me dejó acorralada entre él y la pared.
- Vete, por favor... - le dije yo.
- ¿Qué? - dijo con un tono de voz apenado.
- Que te vayas... - dije yo con las lágrimas saltadas, aunque una ya caía por mi mejilla.- Vete, necesito terminar las maletas y...
- Entonces, ¿esto es el fin? - dijo él, cortándome.
- Sí... - dije intentando parecer decidida.
Entonces, se acercó y me dio un último beso. Fue corto, cuidadoso, pero más que amor llevaba pena, mucha pena... Fue el beso de despedida. Álvaro se separó de mí.
- Adiós, Isa...
Y se fué.
Todo acabó así, al día siguiente yo me marchaba, y no supe más de él, ni siquiera ahora. Lo borré del tuenti, pensé que si lo tenía agregado sería peor... Vine aquí demasiado negativa... Eva me llamó la noche anterior de irme a Italia, cuándo se enteró de que me iba...
- ¿Si? - dije contestando al teléfono.
- Hola. ¿Cómo estás? - dijo Eva.
- Pues bien... ¿Y tu?
- ¿Yo? Pues bien... quitando lo de Javi, estoy bien.
- Me alegro. - dije, mientras pensaba todo lo que pasó con Javi...
- Es que, te llamaba porque... me enteré de que te ibas y eso...
- ¿Y cómo te has enterado?
- Bueno... digamos que vi el estado de Álvaro, le pregunté que qué pasaba y me estuvo contando.
- ¿Qué estado tiene Álvaro? - dije confundida.
- Tiene puesto... espera, me meto en su perfil y te lo digo, que estoy conectada.
- Vale.
- Espera...
Se escuchó el tecleo de su ordenador y, después de una pausa, dijo:
- Aunque todo haya acabado y te vayas, siempre te querré. Te echaré de menos... Eso pone.
Sentí un pinchazo en el pecho. Yo le quiero, y sé que él me quiere, pero es mejor lo que he hecho...
- Vaya... entonces te contó por qué me iba y eso, ¿no?
- Sí, me lo contó.
- Bueno, Eva, te dejo que tengo que terminar de hacer las maletas y eso. - mentí. Simplemente no tenía ganas de hablar por teléfono.
- Vale. Ya si eso te llamo otro día, ¿ok?
- Vale, un beso.
- Adios, besos.
Y colgué yo.
Suena el timbre. Se acabaron las clases por esta semana. Al fin, viernes. Me dirijo a mi taquilla, recojo un par de cosas, y cuando la cierro alguien me asusta por detrás.
- ¡Buuuu!
- ¡Aaaaaah! - grité. - ¡Bruno! ¡Menudo susto me has dado!
- Eso es lo que pretendía. - dijo mientras sonreía. Bruno era guapo, no estaba mal... digamos que si me pidiera salir con él, no le diría que no. Es mi mejor amigo. - ¿Qué haces esta tarde?
- Pues no sé. - dije yo. - Supongo que haré hoy la tarea para tener el fin de semana libre y...
- Para. - dijo él. - Eso de hacer hoy la tarea, nada. La tarea, se hace el domingo, hoy se sale. ¿Qué te parece ir a dar un paseo a las 5 y media?
- Mm... - dije, intentando parecer pensativa. - Bueno, supongo que no tengo nada que hacer.
- Genial. ¿Aviso yo a los demás?
- Vale.
- Bueno, pues os recojo a ti y a tu hermana a las 5 y media, ¿vale?
- Ok, luego te veo.
- ¡Adiós! - dijo mientras se alejaba.
Mi hermana se juntaba con nosotros, bueno, más bien yo me juntaba con ellos. Solo es un año y medio mayor que yo, y ella se juntaba con gente de mi edad, no sé por qué, el conque es que yo me junto con ellos también. Fui a la puerta del instituto, donde la esperaba, cuando me la encuentro morreándose con su querido novio, Damian.
- Ejem, ejem. - hice, intentando hacerme notar para que pararan, cosa que sirvió para que pararan.
- Ah, hola, Isa. - dijo mi hermana mientras se colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.
- Hola, Susi. - dije yo. Tenía puesto el nombre de mi madre... cosa que también me recordaba a ella. Desde que me fui, aún no la he vuelto a ver... - ¿Nos vamos?
- Sí. - dijo. Ahora se dirigía a Damian. - Me voy, mi amor, nos vemos esta noche en tu casa.
- Sí, te esperaré a las diez.
Y seguido de otro empalagoso beso, porque todos eran igual, de estos demasiado brutos y asquerosos para mi gusto, ella dijo:
- Te quiero.
Y por fin, salimos del instituto. La verdad es que Damian no me gustaba mucho para ella. No por nada, simplemente porque es un macarra, que le lleva dos años, que fuma, y que la lía demasiado. Aunque bueno, mi hermana no se queda atrás... la lía y eso, pero no fuma y tampoco es demasiado macarra. En realidad, en ocasiones, parece que es ella más mayor que yo. Me llevaba bastante bien con ella, a pesar de tanto tiempo sin estar juntas. Lo cierto es que nos parecemos bastante.
- Bueno, ¿qué planes hay para hoy? - preguntó ella.
- A las 5 y media nos recoge Bruno para ir a dar una vuelta.
- Vale. Yo supongo que en vez de volver a casa iré del tirón a casa de Damian.
- A saber lo que vais ha hacer hoy...
- ¡Eh! Solo vamos a ver una película...
- Claro, solo una película... - dije yo. - Bueno, pues entonces le diré a Bruno que me acompañe hasta casa, ya que la señorita ya tiene planes.
- Sí. Oye, una pregunta, ¿tú tienes algo con Bruno? - dijo con tono pícaro.
- ¿Yo? ¿Algo cómo?
- No te hagas la tonta, hermanita.
- No te entiendo.
- ¡Que si estás con él!
- ¿Qué? - dije incrédula. - ¿Qué te hace pensar eso? Solo somos amigos, nada más....
- ¿Segura?
- Segura. - dije y, después, suspiré.
Al rato, Susi dijo:
- ¿Y te gusta?
- ¿Que si me gusta qué?
- ¡Bruno! De verdad, hoy estás un poco atontada, ¿eh?
- Ay, déjame...
- Contéstame.
- No me gusta. Bueno... puede que un poco... no sé. Es mi mejor amigo... Es muy buena persona, cariñoso, gracioso, guapo...
- Para, que se te va a caer la baba, hermanita. - dijo divertida. - Con eso ya me sirve para saber que te gusta.
- He dicho que no me gusta...
- Claro, y yo he dicho que solo iba a ver una peli con Damian.
Y dicho eso, me guiñó el ojo y entramos en la casa. No me había dado cuenta de que habíamos llegado. Como de costumbre, la casa estaba vacía. Mi padre solo estaba en casa por la noche, y bien tarde, ya que trabajaba mañana y tarde.
Comimos y me conecté al Facebook, ya que mis amigos no tenían tuenti. Estaba Bruno conectado y, en seguida, me salió la señal de que me había hablado.
- Hola;)
- Buenas!(:
- Como esta mi amiga del alma?:D
- Pues muy bien, y el señorito?
- Bastante bien. Te propongo un plan?:O
- Otro plan? x)
- Si, otro plan! No te apetece? ¬¬
- No, no, tu cuenta;)
- Pues mira, te propongo que despues de dar la vuelta, vayamos tu y yo a ver esa peli que se estrenaba hoy que tenias tanta ganas de verla!
- Pero si esa peli no te gusta...
- Ya, pero si no, con quien ibas a ir?
- Es verdad... la verias por mi?:')
- Por ti eso y mas(:
- Oooh.. :$
- Bueno, si o no?
- Claaaaro que si:D
- Pues ahora despues me paso por tu casa. Adios!(:
- Bye!
Y me desconecté. Vaya, este día promete. Me preparé y cuando me di cuenta, eran las cinco y veinticinco, Bruno estaba a punto de llegar. Fui a beber agua a la cocina y cuando terminé, llamaron a la puerta. Fui corriendo a abrir, pero antes me miré en el espejo. La verdad es que me había puesto demasiado mona. Iba con un vestidito corto de flores, bastante bonito, aunque demasiado fresco para la noche, aunque da igual, aguantaré. Llamaron de nuevo.
- ¡Abre ya! ¡Que yo bajo dentro de nada! - me gritó mi hermana desde su habitación.
- ¡Voy!
Y abro la puerta. Lo que no esperaba era lo que me iba a encontrar detrás de ella.
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Aquí lo tenéis. Al fin conseguí publicar. Espero que os guste.
Lo cierto es que estoy orgullosa de este capítulo, a mí me gusta, además lo hice larguito(:
¿Os ha gustado? Pues el siguiente será igual o mejor.
Por cierto, ¿os dejé con la intriga? Lo siento... jajaja es que me gusta dejaros así... jajaja
Besos(:
Pues a mi me dejas con la boca abierta:O!!! jajaja, me encantooo!!! Nuevos personajes!!! Genial:D
ResponderEliminarUn beso.
Cuídate:P
Any