martes, 4 de octubre de 2011

Capítulo 24.

Un día antes
.Álvaro.
Estos últimos tres meses mi vida ha ido fatal. Cuando Isa se fue, una parte de mí se fue con ella, por no decir todo mi ser. Siempre estoy ausente, ya no sé qué hacer para poder contactar con ella, poder oír su voz, escuchar su risa, aquella que hace tanto que no escucho por culpa de ese Javi... Ese es otro del que no sé nada, pero a mí ese no me importa. Solo me importa ella, su forma de ser, su voz, y el cómo era yo cuando estaba con ella. Sus labios, su amor, sus "te quiero" que me ponían tan feliz, los extraño tanto... Aquel beso, aquel último beso, el beso de despedida... No puedo más.
Hoy, a las dos del mediodía estoy aquí, en mi casa, ya que esta semana no tengo instituto porque es fiesta. Decido conectarme al tuenti. Siempre busco a Isa en el chat, aunque luego me acuerdo de que ya no la tengo agregada. Entonces, simplemente para ver su foto, la busco y ahí está. En su principal sale ella sola, una foto en blanco y negro pero en la que se puede apreciar el color de su camiseta favorita, la que tiene la bandera de Reino Unido.
Entonces miro la poca información del usuario y entonces lo veo. Veo las posibilidades que tengo para verla.Veo la ciudad en la que vive y dónde estudia pero, por desgracia, su piso no, aunque eso ya podría investigar y... Espera espera espera, Álvaro. ¿Hasta dónde quieres llegar? ¡Es una locura! Sí, lo sé, pero es la única manera de volver a verla... ¿Y qué dirá mamá? Pues no sé, pero supongo que de una forma u otra, la acabaré convenciendo. No te dejará viajar solo. Sí me dejará si le dijese que ya no hay marcha atrás... Además, ella me toma por alguien responsable, se fía de mí... Claro, ¿para ir solo a Italia también? Sí, sí, pero ahora no puedo perder el tiempo. Tengo que sacar el billete ya, para poder llegar cuanto antes a Italia.
Apunto los datos necesarios, cierro el tuenti, y saco el billete de avión. Conecto la impresora al portátil y se imprime el billete. Pone que el vuelo despegará esta noche y que llegará mañana por la mañana. Ya no hay marcha atrás. Iré a Italia y volveré a tener a Isa, sea como sea, porque la quiero.

.Isa.
- ¡Mamá! - grito antes de abrazarla fuertemente.
- Cariño, ¿cómo estás?
No contesté. Estaba totalmente abrazada a ella, disfrutando después de esos tres meses sin verla. 
- Hija, me puedes soltar ya, ¿eh? Voy a estar una semana contigo.
Entonces la suelto.
- ¿Una semana? ¡Genial!
- ¿Puedo pasar? 
- Claro que sí, mamá.
Pasó y, en ese instante, bajó mi hermana, que se quedó paralizada al pie de la escalera, aunque no me extrañaba; ¿cuánto hace que no se ven? Demasiados años...
- ¿Mamá? - preguntó dudosa, a lo que mi madre sonrió. Fue entonces cuando mi hermana se abalanzó todavía y por poco no la tiraba al suelo. - ¡Mamá! - esto último lo dijo gritando, y casi llorando.
Estuvieron un largo rato abrazadas, hasta que se soltaron. Luego charlaron un rato y se pusieron al día. Yo no me metí en la conversación, es más, fui a mi habitación. Creo que después de tantos años, merecen estar a solas un rato. Subí a mi cuarto y llamé a Bruno. Espero que todavía esté en su casa.
- ¿Si? - contestaron al otro lado de la línea.
- ¿Bruno?
- Dime, Isa. Ahora mismo salía a por ti...
- De eso quería hablarte. Resulta que acaba de llegar mi madre, y creo que debería estar con ella y... - mi madre entra en la habitación. - ... un momento, Bruno.
Dejo a un lado el teléfono y me acerco a mi madre.
- Dime.
- ¿Con quién hablas? - típica pregunta de madres.
- Con un amigo, había quedado con él ahora, pero como has llegado, pues quedaremos otro día...
- ¿Qué? Anda ya, vete con él, si yo vengo muerta de cansancio. - dijo ella.
- ¿Segura?
- Segurísima. Así duermo en tu cama un rato.
- Vale mamá. 
Y, dicho esto, vuelvo a coger el teléfono.
- ¿Sigues ahí? - pregunto yo.
- Sí.
- Olvida lo de mi madre, ven ya a por mí.
- Pero...
- Que vengas a por mí. - dije cortándole, y colgué. 
Mientras esperaba, bajé y vi a mi hermana tumbada en el sofá. 
- ¿No vienes o qué?
- Me duele un poco la barriga, creo que me quedaré en casa.
- Pues vaya...
Fui a la cocina y cogí una lata de coca cola. Me la bebí y llamaron al timbre. Abrí y allí estaba Bruno.
- Hola. - dijo él.
- Hola. ¿Vamos?
-¿Y tu hermana?
- No viene, le duele la barriga.
- ¡Que te mejores! - gritó él.
- ¡Gracias! - contestó ella desde el salón.
- Bueno, ¿nos vamos ya o qué? Jajaja. - dije yo.
- Venga, vale. 
Y salimos de la casa. Llegamos donde habíamos quedado los demás y no llegaba nadie. Bruno los llamó, y todos decían lo mismo: Lo siento, no puedo quedar. O cualquier excusa así. 
- Vaya, parece que solo quedamos tú y yo. 
- Sí...
- ¿Y a dónde vamos?
- Pues dónde quieras.
- ¿Vamos a un café? 
- Vale.
Así que fuimos a un café al centro, cuando por el camino, por un callejón, se nos cruzó un hombre vestido todo de oscuro. 
- Vaya, qué monada de chica, ¿cómo te llamas? 
¿Era a mí? ¿Quién era ese?
- Déjála.
- O si no, ¿qué? ¿Me vas a pegar? - dijo en burla, cuando le empujó y lo apartó de mí. Del empujón lo tiró al suelo, entonces él me cogió por la cintura.
- Vámonos. Tengo un piso bastante bueno y espacioso para ti y para mí.
Entonces, alguien le dio un puñetazo a ese imbécil que lo dejó en el suelo. Levanté la vista y lo vi. No podía creer lo que tenía delante. ¿Qué hacía allí? En un momento de duda, miré a Bruno, quien estaba inconsciente en el suelo, probablemente del golpe. 
- Vamos, Isa, corre. - dijo él.
Pero mi cuerpo no respondía. Estaba ahí clavada, mirándolo a él, luego a Bruno, y así sucesivamente. Entonces volví a escuchar aquella voz.
- Isa, si no te das prisa se levantará y volverá a intentar llevarte. 
Miré a el hombre y vi que tenía razón. Estaba empezando a intentar incorporarse. Miré a Bruno una última vez, y miré a él, quien tenía su mano tendida para que se la cogiera. Dudosa, se la cogí. Y así, nos fuimos corriendo. Él y yo. Álvaro y yo.
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Bueno, ¿qué os pareció el capítulo? ¿Os gustó? Eso espero(:
Deciros que siento muchísimo tardar tantísimo en publicar, pero por mi cumpleaños (que fue este domingo), me regalaron una Blackberry, y estoy superenganchada. *-*
Espero que os haya sido merecida la espera.
Intentaré publicar cuanto antes. 
Un beso, LoQiiTa.

1 comentario:

  1. Felicidades retrasadas*.*!!!!!Espero que hayas disfrutado de ese día;) Me encantó el capitulo!!!!
    Cuidate, guapa. Un beso.
    Any

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