sábado, 26 de marzo de 2011

Capítulo 3.

Pero... ¿qué está haciendo aquí? ¿Y por qué ahora? Javi... Mi Javi... está aquí... Pero... ¿qué hace aquí? ¿Por fin ha leído mis correos? ¿Ahora que empezaba a vivir de nuevo? Después de dos años... No, no puedo. No puedo hacerme ilusiones porque seguro que el ya me ha olvidado de sobra...
- ¡Isa!- ¿me habla a mí? ¿qué le digo?
- ¿Javi? ¿Qué estás haciendo aquí?
Entonces, de repente, me besa. Pero... ¿después de todo lo que he sufrido va a venir ahora? No, no puedo caer otra vez... ¿Y si me vuelve a hacer daño? No, no puedo, no puedo...
- ¿Qué haces?- dije yo.
- Es que...
- No, voy a hablar yo.- dije yo. Lo siento mucho en el alma, pero creo que será lo mejor...- Javi, ¿te crees que después de estar dos años mandándote correos, y tú, sin contestarme, sin echarme cuenta... ahora llegas, y... ¿te crees que así de fácil vamos a volver? No, no Javi. He estado mucho tiempo sufriendo, y ahora estoy empezando a rehacer mi vida, no voy a perder otra vez mi vida. Porque, tarde o temprano, me volverás a hacer daño, y no lo soportaré...
- Pero, Isa... he vuelto para quedarme aquí, contigo...
- Lo siento Javi, pero va a ser lo mejor...
Se hizo un silencio. Empieza a caer una lágrima de mi mejilla... y me voy corriendo. No quiero que me vea llorar... No me puedo creer lo que he hecho... pero, era lo mejor, ¿no? ¿No iba a recuperar mi vida? Pero, lo que me ha dicho... Pero, Isa... he vuelto para quedarme aquí, contigo...Pero, Isa... he vuelto para quedarme aquí, contigo... 
- ¿Isa?
- Ah, hola Eva. - dije entre sollozos.
- ¿Qué te ha pasado?
- Eva... es... es él... él... ha vuelto... ha vuelto... y no me voy a perdonar en la vida... lo que le he hecho...
- Pero... ¿qué le has hecho?
Entonces, le conté toda la historia. 
- Isa, has hecho lo mejor, no puedes volver a caer. Además... anímate... que dentro de poco vamos a empezar a arreglarnos para la fiesta.
- No tengo ganas de fiesta...
- Me da igual. Vas a ir, te vas a animar, y te vas a olvidar por completo de Javi. ¿Queda claro?

martes, 22 de marzo de 2011

Capítulo 2.

Me acabo de duchar. Es por la mañana, y estoy decidida cambiar. Termino de secarme el pelo, me hago la plancha en el flequillo...Termino de desayunar. Voy al instituto. Por el camino voy pensando a ver qué le digo a Eva. Un "Hola, ¿qué tal?"cualquiera no, porque hace mil que no hablamos. Un "Eva, ¿vamos juntas al recreo y hablamos?" No, ella siempre está con las demás y no se va a querer venir. Un momento... ¿no es esa que va por allí delante? Sí, es esa, y va sola... es mi oportunidad de hablar con ella.
- ¡Eva! ¡Eva!
- ¿Isa?
- Sí, soy yo... espera, tenemos que hablar.
- ¿Hablar?
-Sí, tengo que pedirte perdon, eso lo primero.
- ¿Por qué?
- Por pasar de tí, por no llamarte, por todo. Además, he pensado en olvidarle. A partir de ahora, haré borrón y cuenta nueva. ¿Podrás perdonarme?
- Bueno, supongo que sí. Me alegro de que hayas decidido olvidarle de una vez.
- Es que ya no podía seguir así. Además, ya no va a volver más, eso lo tengo claro.
Llegamos al instituto y fuimos a nuestra clase. Cuando las demás nos vieron entrando juntas se extrañaron pero al final se dieron cuenta de que todo se ha olvidado. El día pasó, por primera vez desde hace mucho tiempo, normal. A la salida, de vuelta a casa, volvimos Eva y yo.
-      Isa, mañana hay una fiesta, ¿quieres venir? Así celebraremos que has vuelto.
-      Bueno, vale.
-      Bien, te paso a recoger a las 8 y media, ¿vale?
-      Vale, aquí te espero. ¡Adiós!
-      ¡Adiós! Ah, y una cosa, más te vale ponerte guapa, porque va a haber chicos muy interesantes, con que ya sabes.
-      Vale.
Dicho esto se fue. No podía creer que ya hubiera hecho planes tan rápido. Me alegro de que todo vuelva a ser como antes. Ahora que lo pienso, ¡tengo que ir de compras! No tengo vestido ni nada para la fiesta, llamaré a Eva y que me acompañe. Marco su número…
-      ¿Eva?
-      Sí, dime.
-      Oye, que acabo de caer en la cuenta de que no tengo vestido para la fiesta. ¿Me acompañas a comprarlo?
-      Vale, te recojo a las 6, ¿vale?
-      Vale. ¡Adiós!
Y colgó. Me voy a ir preparando, porque son las 5 y media. Mientras tanto me conecté al tuenti. Uff… ¡que de novedades tengo! Termino de mirarlas y justo después llaman al timbre. Es Eva. Llegamos al centro comercial y entramos en la tienda donde tienen los mejores vestidos. Yo me compré uno rojo, de palabra de honor y hasta las rodillas, es precioso. Y Eva se compró uno negro de tirantes, también hasta las rodillas. Cuando terminamos fuimos a la cafetería y nos encontramos con el novio de Eva y con otro chico. La verdad, no estaba nada mal…
-      Hola. Pablo, te presento a Isa, de la que tanto te hablé. – le dijo Eva a su novio.
-      Encantada.
-      Igualmente. Este es Sergio, un amigo mío que se acaba de mudar aquí. – dijo Pablo.
-      Encantada. – dije, ya por segunda vez hoy.
-      ¿Vais a ir mañana a la fiesta? – preguntó Eva.
-      Por supuesto. Nos encantan las fiestas.
-      Bueno, pues entonces nos veremos mañana entonces.
-      Vale. ¡Adiós!
Eva me acompañó a mi casa. Cuando llegué, mi madre me miró con una sonrisa que no tuve ni que preguntar a qué venía, porque supuse que era porque al fin había salido de mi cuarto y había vuelto a vivir. Es muy tarde, así que me iré ya a la cama, porque mañana será un gran día…
Pip… pip… pip…
Mi despertador… ¿alguna vez he dicho cuánto lo odio?
Me levanto, desayuno y me conecto. Me meto en la bandeja de entrada a ver si tengo algún correo nuevo... no es por nada... es porque no tengo nada que hacer... no es porque quiera saber si Javi me a contestado... para nada... es solo porque estoy aburrida... No tengo ningún correo nuevo. En fin, voy a llamar a Eva, aver si se viene a dar una vuelta. 
- ¿Está Eva?
- Sí, un momentito.
- ¿Si?
- Soy yo, Isa. ¿Te vienes a dar una vuelta?
- Vale. Me paso a buscarte en media hora, ¿ok?
- Está bien. Aquí te espero. Chao!
Y colgó. Bueno, en esta media hora iré a sacar a Oli, mi perro. Salgo a dar una vuelta por el parque, y no me puedo creer a quién me encuentro...

sábado, 19 de marzo de 2011

Capítulo 1.

Mi vida se derrumba día a día sin ti. Pasan minutos, horas, días, semanas, meses, años... Hace 2 años pasaron desde que te fuiste, y me prometiste que todo volvería a como era antes de conocerte. Pues bien, has mentido, estoy peor que jamás he estado en mi vida, y ha pasado ya mucho tiempo. Lo único que hago en mi vida, si es que lo que hago se le puede llamar vivir, es levantarme, comer, ir al instituto, hacer tarea y estudiar y dormir. Ya ni si quiera tengo ganas para quedar con mis amigas ni para conectarme ni para nada. No tengo ganas de nada bueno, tal vez de una cosa, de la única cosa que tengo ganas, que intento no recordar para no romper a llorar, es de que vuelvas, de que estés conmigo y de que me abraces, y de que nunca más te vayas a ir. Necesito verte, necesito oír tu voz, necesito hablar contigo, te necesito. Por favor, responde este correo, de tantos que te mandé, responde este, por favor. Ya no puedo más, esta agonía nunca acaba. Aunque no vuelvas, al menos contesta. Te Quiero. Isa.


Acabo de terminar de escribirle el e-mail número 138 a Javi desde que se fue. Ya pasaron 2 años, y debería haberle olvidado, pero no lo consigo. Pero me he propuesto de que como no me conteste este, no le mandaré más, y me olvidaré de él. Pero, claro, eso digo siempre con todos... Pero este será el definitivo. Voy a ir a dormirme ya, que es tarde. 
Intento dormir, pero no puedo. Son demasiados pensamientos malos los que tengo antes de dormir, y hacen que tenga pesadillas todos los días. Se me viene a la cabeza cuando Javi se fue, me acuerdo perfectamente, todas las noches se me viene a la cabeza...


- Isa, tenemos que hablar.
- ¿De qué? Estas muy serio.
- Es que es serio.
- Me estas asustando. Dímelo ya de una vez, no puede ser tan malo.
Le rodeo la cintura, pero él se aleja y me separa.
- Isa, me voy. 
- Bueno, no pasa nada, mañana hablamos...
- No, Isa, me voy de aquí para siempre.
- ¿Co... cómo que te vas... para siempre?
- Mis padres se van de la ciudad y tengo que ir con ellos.
- Pero... no puedes irte... no puedes dejarme.
Una pequeña lágrima salió de mi ojo, luego fueron dos, luego tres...
- Lo siento, Isa.
- Bueno, pero volverás, ¿no? Y estaremos en contacto.
- No, no volveré. Y no, no estaremos en contacto. He pensado que al irme, lo mejor para los dos es que nos olvidemos mutuamente y dejarlo.
- Pero... yo te quiero...
- Y yo, pero es lo mejor.
- Pero...
- No hagas esto más duro, por favor. Y, ¿me harías un favor?
- Di... dime.
- Quiero que vuelvas a vivir como lo hacías antes, como hacías antes de que yo llegara, como hace un año. ¿Vas a hacerme ese favor?
- Lo... lo intentaré.
- Bien. Bueno, pues me voy... que mañana me voy temprano.
- Ma... ¿mañana?
- Sí, mañana me voy. Adiós, Isa.
Y se fue. Y, ya no pude más, caí de rodillas al suelo y rompí a llorar, como alguien que le han arrancado el corazón y han dejado la herida abierta y sin curar...


Odio ese recuerdo. No lo soporto, siempre que lo recuerdo empiezo a llorar, como estoy haciendo ahora... Otro recuerdo viene a mi mente...


- Isa, ¿de verdad que se ha ido? ¿Para siempre? 
- Que sí, Eva, que se ha ido... y no va a volver...


Cuando se lo conté a Eva, mi mejor amiga. Eva. La tengo abandonada. Nunca hablo con ella. Bueno, ni con ella ni con nadie. Cuando pasaron unos meses de que se hubiera ido, tuvimos una bronca, y no volvimos a hablar desde entonces...


- Isa, por favor, DESPIERTA. Se ha ido, punto. ¡Han pasado 9 meses! Y estando triste no vas a hacer nada. No va a volver, ¿no lo ves? ¡Tienes que salir y disfrutar de tu vida! Hace dos semanas fue tu cumpleaños, y no hiciste nada. Nunca sales con nosotras. ¿Qué te pasa? ¡No puedes seguir así toda tu vida! Ya estoy cansada de decírtelo. Así que, cuando te des cuenta de que esto no sirve para nada, llámame y hablamos.


He perdido todo este tiempo, pensando en que volvería, y no lo hace. He tomado una decisión. Tengo que volver a retomar mi vida. Y pienso empezar mañana, hablando con Eva en el instituto.