jueves, 26 de mayo de 2011

Capítulo 7.

- ¿Por qué lloras? ¿Qué te ha pasado?
- Sergio... yo ahora no tengo ganas de hablar ni de fiesta ni nada... ¿Me puedes llevar a casa, por favor?
- Bueno, vale. Pero, ¿mañana me explicarás por qué llorabas?
- Sí, mañana si eso te lo explico.
Fuimos a por el coche y me llevo a casa. El camino fue silencioso, reinaba ese silencio incómodo, hasta que encendió la radio y puso un poco de música. Eso nos relajó un poco. Llegamos a la puerta de mi casa. No había nadie y ahora iba a estar sola hasta mañana porque mis padres están de viaje por aniversario y Oli está con mi abuela. En realidad necesitaba estar sola, pero tuve el impulso de preguntarle si quería entrar.
- ¿Quieres pasar? - le pregunté.
- Vale.
Entramos y fui a la cocina a beber un vaso de agua.
- ¿Quieres algo de beber o de comer? - le ofrecí.
- No hace falta, gracias.
- Oye, voy a ir a cambiarme, espérame en el salón. Ponte la tele si quieres.
Y fui arriba a cambiarme. Es la primera vez que estoy sola con un chico en mi casa desde hace dos años... ¿Me pongo el pijama? No, me pondré algo normal, pero cómodo. Ya estoy lista, voy para abajo.
- Ya estoy. Mm... ¿quieres ver algo en la tele?
- Pero antes, quiero hablar contigo.
¿De qué querrá hablar? Espero que no sea de lo que estoy pensando...
- Dime...
- Isa, ¿qué somos?
¡NO! Bien, yo con mi suerte de siempre.
- Qué somos... ¿de que?
- ¿Amigos o...?
- ¡Ah! Pues... 
- ¿Pues...?
- Mira Sergio, si te digo la verdad, no lo sé. Necesito tiempo para aclararme porque estoy un poco confusa y...
Estaba acercándose poco a poco más a mí. ¿Qué se trae entre manos?
- Y... ¿cómo crees que puedes aclararte?
- No lo sé pero...
Me besó. ¿Qué pasa hoy con los besos sorpresa? No voy a dejar que siga así. Lo separo.
- Así me lías más, Sergio.
- Ah, bueno. Pues cuando te aclares, me avisas. Tengo que irme. Adiós.
- Pero...
Se levantó rápido y se fue. No me dejó decirle ni una palabra. ¿Acaso le ha molestado que le haya separado? Pero si es para no hacerle más daño después... Estoy hecha un lío.

martes, 17 de mayo de 2011

Capítulo 6.

Me fui corriendo. Llorando como un tonta... Miré un momento y ahí estaba, mirándome con su mano puesta donde le di el tortazo, y mirándome con pena también. ¿He hecho mal? ¿Acaso no debería haberle hecho eso? ¿Debería haberle seguido? No, no Isa, no vuelvas a pensar eso. Tienes que ser fuerte, aguantar este sufrimiento hasta que se vaya y seguir con tu vida. No puedes volver atrás. Además, está Sergio... oh no... ¡Sergio! ¡Se quedó esperándome! Pero... no puedo volver ahora... No quiero que me vea así... Sobretodo después de lo que ha pasado hoy... ¿Y si saliendo con Sergio olvidara a Javi? Podría intentarlo... Ahora que caigo... ¿dónde estoy? Me he ido corriendo y no sé ni adónde he ido. Lo único que sé es que estoy debajo de un árbol de un parque... pero esta zona no me la conozco muy bien. Suena mi teléfono... es Sergio.
- ¿Si? - dije yo.
- Isa, ¿dónde estás? Javi ya ha llegado pero no sé dónde estás.
- Yo... yo no sé dónde estoy... - le dije con la voz temblorosa.
- ¿Cómo que no sabes dónde estás? Oye Isa... ¿estás llorando?
- No... ¿por qué?
- Porque se te nota en la voz que o estás llorando o has llorado.
- Pues...
- Bueno, da igual, ahora hablamos... ¿dónde estás?
- Ya te he dicho que no lo sé. Vine aquí corriendo y sin pensar.
- ¿Corriendo? ¿Por qué?
- Da igual, ya te contaré. Mira, estoy en un parque que está en frente de unos edificios altos y rojos. 
- Ah, ya sé dónde estás. Espera, voy a por ti.
- Pero Sergio...
Era tarde. Ya había colgado. Ahora solo me queda esperar a que llegue. ¿Tardará mucho? Lo cierto es que necesito estar con alguien. Otra vez mi móvil. ¿Quién será ahora? Javi... no voy a cogerle... no quiero hablar con él... Es más, creo que no tengo nada que hablar con él. Me está entrando sueño y Sergio tarda bastante...


Estaba completamente sola en una habitación negra sin puertas ni ventanas. De repente, veo a Sergio...
- Isa, vamos, decídete.
- ¿Decidirme a qué?
Entonces apareció Javi también.
- Decidir con quién te quedas.
- ¿Cómo que con quién me quedo?
- Elige: ¿Sergio o yo?
- Pero... yo no sé a quién elegir...
- Isa, tienes que decidir o será demasiado tarde... - dijo Sergio.
- ¿Demasiado tarde? Pero... ¿Por qué?
- Porque si no decides...


- ¿Isa? Isa, despierta.
- Si no decido... ¿qué?
- ¿Si no decides?
- Espera... ¿era todo un sueño? 
- Sí, yo acabo de llegar. 
Empecé a llorar. No sé por qué, pero empecé a llorar. Tal vez porque necesitaba desahogarme...
________________________________________________________________
Antes que nada quiero que sepáis que siento muchísimo la espera.
Por eso este capítulo lo he hecho un poco más largo, en recompensa por la espera.
Espero que os haya gustado e intentaré publicar más amenudo.
Besos.